Capitulo 5 Parte 1: Guarda tu voz

Capitulo 5 Parte 1: Guarda tu voz

Después de dejar el sobre abierto en un lugar seguro, me sentí desfallecer mientras caía en la cama.

Mis ojos estaban llenos de lagrimas que por más que intenté, no pude contener.

La carta decía cosas que ponían en duda lo que mi subconsciente desarrollo durante bastantes años, y eso me hizo pensar en algo dicho por Ian: “Sabes que no podemos estar juntos y eso no ha de dolerte, aun eres una niña para entenderlo, pero, aunque no te des cuenta hay algo dentro de ti que solo le pertenece a una persona y cuando él te reclame no podrás hacer nada”

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El chico había agotado toda su energía corriendo hasta alejarse por completo de su perseguidor, pero, cuando se percato de que estaba fuera de peligro paro.

Fue andando hasta una cafetería no muy lejana del lugar al que se dirigía con la pequeña esperanza de llegar a tiempo.

-Te dije que no volvieras.-contesto un hombre alto, de melena rubia y ojos grisáceos.

Su voz al hablar sonó con un tono fuerte y estremecedor lo cual, como el dueño del café imaginaba, no alteraría al joven que se encontraba delante suyo.

Estuvieron mirándose durante varios segundos, en los cuales ninguno rompió el silencio que se apodero de ambos hasta que el chico sacó de un bolsillo una foto. El hombre noto como su respiración empezaba a fallar al ver de quien se trataba.

Era una chica, una niña por asi decirlo. Guapa y sonriente pero no feliz.

En sus ojos se notaba la tristeza que la inundaba y el sabia cual era el motivo.

-¿Cuando?-dijo preguntando a modo de respuesta lo que los ojos del chico transmitían.

-Aun no lo sabemos bien, pero no tardara en aparecer- contesto el otro viendo la confusión en la mirada del hombre mientras volvía a observar el rostro de la muchacha rubia de la fotografiá.

Después de ver a su padre el joven camino hasta llegar a una parada de autobuses, donde cansado, paro y recordó el motivo por el que había regresado.

Hacía dos días desde que volvió a la ciudad y sin darse cuenta permitió que le siguieran.

Fue un fallo, pero uno grande, de no ser por el desvió que cogió días atrás al entender el peligro de la situación en la que se hallaba.

Había cambiado. Todos lo sabían e incluso se lo decían.

“No tendría que estar aquí” pensó.

Pero no tenia opción. Lo prometió y una promesa como la suya no podía romperse. Lo haría se dijo.

Lo haría por Ian.