viernes, 20 de agosto de 2010

Capitulo 9 Parte 1: Deducción


Capitulo 9 Parte 1: Deducción
Me ha salvado.” Al menos así interprete la manera en la que arriesgo su vida por la miá.
El miedo empezó a dibujarse en mi. La herida.
Me acerque con cuidado y examine el contorno de piel desgarrada por un filo metálico. No era grave aunque el tacto de la espada aun se conservaba en la piel.
Me levante y haciendo acopio de fuerzas puse un brazo sobre mis hombros mientras que aferrando su cintura le arrastraba de vuelta a casa.
Una vez estuvo la puerta frente a los dos maniobre de varias maneras posibles como abrirla. Clic.
Entramos. Diane y Andrew aun no se encontraban fuera. Subimos las escaleras y con cuidado le deje en mi cama. Me aparte tras lo cual busque con rapidez el botiquín. Sabía que no serviría de mucho lo que hiciese ahora pero podría intentar parar la hemorragia.
Una vez lo hube localizado hice muestra de mi poca experiencia medica.
Procurando no moverle demasiado le quite la camiseta negra. Veía como mis dedos temblaban con cada roce de los botones. ¿Estaba segura de mi manera de actuar?
Lo dudé pero entonces todo volvió a hacerme recordar.
No trates de huir de mi. No esta vez.”
Sabía cual era su significado. Las imágenes vistas en sus ojos volvieron como un golpe directo a mi. Cerré los ojos y recordé.
Corría a través de los árboles con impaciencia cuando entonces se detuvo.
El lago. Seguía como antes. El agua era transparente y no había ruido alguno que transmitiese falta de armonía y tranquilidad en el lugar.
La niña corría de árbol en árbol persiguiendo a la nada.
Sonreía y alargaba la mano hasta tocar el vació tras lo cual la dejaba caer.
La felicidad se dibujaba en su pequeño rostro cuando de pronto escucho ruin ruido. Una rama crujió. Miro por todos lados esperando ver a sus padres pero no apareció ninguno de ellos. Su mirada se volvió débil, sus piernas flaqueaban y empezaba a sentir el frío del aire recorriendo sus huesos.
Abrí los ojos sintiendo las mejillas mojadas.
No pude evitar el dolor que sentí atravesar mi pecho.
La niña solo buscaba la tranquilidad de aquel lugar al que siempre recurría y lo que obtuvo en esa ocasión fue sufrimiento.
Sabía por lo cual pasó porque esa niña era yo.

viernes, 6 de agosto de 2010

Capitulo 8 Parte 2: Te encontré.


Capitulo 8 Parte 2: Te encontré.
Tenía que salir de aquí. Lo sentía.
¿Pero cómo escapar sin ser vista? No podía volver hacía atrás ya que llamaría la atención de los dos, pero tampoco podría atravesar la distancia existente entre la casa y yo.
No. El miedo me invadió.
¿Y si Andrew y Diane se encontraban dentro?¿Saldrían y verían lo mismo que yo?¿Qué pasaría luego?¿Les atacarían?
Me abrace al libro intentando encontrar tranquilidad en esa simple cosa.
Cerré los ojos y los volví a abrir.
¿Quienes eran?¿Qué hacían ahí?¿Por qué peleaban?
Hice acopio de fuerzas cuando levante la mirada y vislumbre dos manchas grandes pero a la vez pequeñas mirándome. Mire a través de ellos u descubrí lo que ocultaban.
La vista empezaba a fallarme cuando entonces el ruido provocado por el desenvaine de las espadas se afilaban al hacer contacto la una con la otra. La punta afilada llevaba el reflejo de la luna.
Una ráfaga de viento helado recorrió mi columna cuando el otro chico fue atacado tras lo cual su atacante sonrió.
No trates de huir. No esta vez.”

El desenvaine fue rápido y elegante.
No podía hacer nada ya que se encontraba desarmado.
Su oponente asestaba estocadas una y otra vez, con mayor velocidad hacía destacar al hoja plateada.
¿Ian no fue capaz de enseñarte lo básico para esto?-Preguntó mentalmente el chico de los ojos cambiantes.-Lastima que el único testigo sea ella.”
Ethan se detuvo y su cara mostró la sorpresa ante aquello.
Ese instante de desconcierto fue aprovechado por su enemigo. Sintió como un liquido pegajoso se esparcía por un lado del torso pero no le presto importancia ya que en su mente solo rondaba un pensamiento.
Tenía que sacarla de ahí. Lejos de él.
Corrió sin voltear la mirada hacía el lugar donde se hallaba la chica y tomándola del brazo la llevó a un lugar apartado de la casa. Corrían sin rumbo ni dirección alguna tras lo cual pararon y se miraron.
Ethan sonrió protegiendo la herida.
-Charlotte.-Dijo con satisfacción antes de arrodillarse frente a un árbol y tenderse en el suelo.

No pude entender porque cogió mi brazo y me incito a correr. Aunque eso no era principalmente lo que mantenía ocupada mi cabeza.
Te encontré.” Fueron las dos palabras que alcance a escuchar antes de salir de ahí. Gire la cabeza intentando vislumbrar por ultima vez al adversario de mi raptor, si se le podía llamar así, pero mi sorpresa fue grande al ver como este se desvaneció con el aire.
Nos detuvimos en mitad del parque. Mire a mi alrededor.
Estaba agitada por la carrera y el único medio que necesitaba para relajarme estaba fuera de mi alcance. Busque con la mirada una fuente de agua potable.
Nada.
Solo había árboles rodeándonos. Volví los ojos hacía el chico.
-Charlotte.-Dijo con una sonrisa dibujada en la cara.
Intente captar algún rasgo familiar que me indicase si alguna vez le había visto. Imposible. Su mirada grisácea no me permitía situarle en mis recuerdos.
Charlotte.”Repetí. No era casualidad que este nombre fuese conocido por personas extrañas por decirlo de algún modo.
Iba a preguntarle quien era cuando vi como caía hacía abajo. Se apoyo en el árbol y llevándose una mano al costado del pecho pude encontrar una respuesta.

lunes, 2 de agosto de 2010

Capitulo 8 Parte 1: Te encontré.

Capitulo 8 Parte 1: Te encontré.
El camino estaba iluminado por las farolas.
La vuelta a casa se volvía larga, a cada paso que daba sentía como un atisbo de inseguridad crecía en mi interior.
Acaricie el forro de cuero que cubría el libro intentando encontrar sentido alguno a las ultimas palabras dichas por Darien.
“Si tienes dudas ábrelo, ojelao, haz lo que creas correcto.-Me entrego el libro y mirándome fijamente dijo-Te ayudara a tomar una decisión.”
No entendí a que clase de decisión se refería pero comprendí el motivo por el cual su comportamiento era aquel.
La decisión también le afectaría. ¿Estaba incomodo por eso?
Seguí caminando hasta alejarme del camino de luces.
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La casa era blanca cubierta por un tejado verde azulado.
Paro frente la puerta y repasó el plan. No sería difícil convencerla si sabía la verdad, pero, ¿sabría afrontarlo?
Sondeo con una mirada los alrededores de la parcela intentado no detectar nada ni a nadie cuando sintió el peso aplastante de un objeto impactando contra su nuca. El dolor fue aturdidor pero no lo bastante importante como para provocarle un atismo de una mueca. Giro con rapidez y alentando a sus piernas corrió hacia el lugar en el cual se encontraba una sombra.
Vio su objetivo y paro. Era él. Le encontraron. La encontraron.
Miro hacia atrás deseando no ver como la chica regresaba.
El contacto establecido entre acero y metal le hicieron volver a ser consciente de al realidad. Escruto los ojos del acechador deseando que aquel color cambiante procedente de la mirada de su oponente desapareciese.
Corrió hacia el árbol donde el otro chico esperaba y lanzó un golpe seco impactando contra la corteza de madera.
No seras capaz de vencerme. Ambos lo sabemos.”
Ethan sintió la furia extenderse por cada parte de su cuerpo encendiendo su interior.
Ataco, cada vez con mayor fuerza pero sus esfuerzos no servían ni podía siquiera compararse con los de su contrario.
Sus movimientos contenían la elegancia, rapidez y sencillez de todos los de su especie.
No sabrás como son hasta que te hallas enfrentado a uno de ellos.”
Ian tenia razón.
En aquel instante deseaba estar en cualquier otro lugar que no fuese ese. La pelea absorbió la concentración de todos sus sentidos por lo cual no se percato de la nueva presencia aparecida.
La chica se detuvo y con estupefacción vislumbro lo ocurrido en esos instantes entre dos chicos.
Los dos, jóvenes altos y de cabellos oscuros se encontraban en su jardín, pero eso no fue el detalle que llamo su atención. Uno de ellos estaba armado.
Las cuchillas de las espadas eran iluminadas por la luna y, cubiertas por un mango dorado se entrecruzaban la una con la otra tras la espalda del chico que se movía con delicadeza. Esquivando los ataques con sutileza digna de admirar hacia que sus movimientos fuesen de gran velocidad.
Miro la casa, después el libro y a continuación a ellos.
Correr. Esa era la única opción que veía, tal vez en busca de ayuda o...de protección.
Aplasto el contra su pecho el objeto que llevaba y cerrando con fuerza los ojos intento pensar como actuar.

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