Capitulo 4 Parte 1: Ian

Capitulo 4 Parte 1: Ian

-No hacia falta que te preocupases por mi-conteste a Jason cogiendo la mochila. Latín había terminado y teníamos poco tiempo para hablar durante el trayecto de una clase a otra.

-¿Cómo?-pregunto confuso

-El mensaje que me enviaste hoy-dije intentando aclararlo y tranquilizarme a la vez. Tras lo cual él movió la cabeza de un lado a otro al igual que un dedo, esa era su manera de negar todo.

Cuando llegamos a clase de economía, no me sorprendió el ver que en el aula no hubiese nadie. Como la mayoría de veces a esta hora había grupos que se retrasaban o ausentaban durante toda la clase porque el profesor no era puntual.

Nada más sentarme saque el móvil y busque el mensaje. Repase la bandeja de entrada varias veces hasta que lo encontré.

“Seven days, and seven nights of empty tries But it’s never gonna work this time. So save your voice don’t waste your breath try to forget (Siete días, y siete noches de intentos vacíos pero nunca funcionará ésta vez. Así qué guarda tú voz, no gastes tú respiro. Trata de olvidar.) ”

Leí una y otra vez aquellas palabras, que por alguna razón me resultaban familiares y a la vez extrañas.

El aula fue llenándose poco a poco, mientras tanto en mi cabeza seguían vagando esas palabras.

….

-Para entenderlo tienes que saber ubicar la posición por la que se va la luna y sale el sol-me dijo.

Aun recuerdo el tacto de su pelo color oro, su mirada oscura a excepción de unos pequeños destellos azules no muy intensos y su manera de hacer que todo a su alrededor permaneciese en perfecto estado.

Por entonces yo tenia 10 años y él 15.

Siempre que Andrew me dejaba, salia al encuentro de Ian.

Primero le buscaba en la cabaña de sus abuelos, pero cuando no estaba solía ir a un prado alejado del pueblo. “Su lugar secreto” como constantemente me repetía. Una y otra vez me decía que no volviese a ir allí ya que deseaba estar aislado del resto del mundo. 
-¿También quieres estar apartado de mi?-Se mostró sorprendido ante tal pregunta que no pudo más que sonreír y abrazarme.

-De ti nunca. Sabes que eres lo mejor que me a podido pasar.-contesto dándome un beso en la frente.

Desde entonces no le importo que interrumpiese en medio de su medio de soledad.

-¿Pero cómo sabre cuando empieza a salir el sol?-dije aun sin comprender y provocando la risa de Ian.

-Ten paciencia lo comprenderás tarde o temprano. Pero nunca olvides que tras siete días, y siete noches de intentos vacíos nunca funcionará el mecanismo.

...